La cantidad de nacimientos por cesáreas llama la atención en América Latina y el Caribe. La región lidera el ranking mundial con una tasa del 40,5%, según un estudio publicado en julio por la revista Pediatría y Epidemiología Perinatal. La cifra supera en casi tres veces la recomendada por la Organización Mundial de Salud (OMS) de un 15%.
Además, entre las madres que manifestaron preferir el parto natural, hasta un 40% se enfrentó a una cesárea en instituciones públicas y privadas. De acuerdo con el texto, "es obvio que en una tasa que excede el 40%" el procedimiento no es clínicamente justificable. En ese sentido, el ginecólogo Leonel Briozzo, exviceministro de Salud de Uruguay, también resaltó la problemática de las "cesáreas innecesarias" y reforzó que el parto vaginal es "siempre preferible a la cesárea" tanto para la madre como para el bebé.
"Una intervención quirúrgica implica un riesgo mucho mayor para ambos. Para la mujer la anestesia en sí misma aumenta el riesgo de morbilidad y mortalidad, pero también futuras cesáreas pueden ser más complicadas por las cicatrices anteriores en el útero. De hecho se ha visto un incremento de la mortalidad materna fruto de la repetición de cesáreas", alertó.
"El parto facilita la respiración del recién nacido, la movilización de combustible que es esencial para regular la temperatura, y el estado de alerta que provoca es muy importante. Todo eso se disminuye cuando se hace una cesárea electiva", agregó el ginecólogo.
Sin embargo, el referente uruguayo abogó por la necesidad de mejorar la calidad de la atención al parto en los sistemas de salud público y privado antes de hacer foco en la incidencia de cesáreas de cada país. A su juicio, "la cesárea innecesaria es la consecuencia de la falta de humanización". En ese contexto se incluye la violencia obstétrica, "como la imposición de criterios del médico por sobre los derechos de la paciente".
"Es un tema que está vinculado a la falta de una atención adecuada por parte del equipo de salud para personalizar la atención del embarazo, del parto y de las mujeres, respetando y promoviendo su autonomía y sus decisiones. Cuando se logre los estándares adecuados de universalidad de acceso y calidad de prestaciones para la humanización, eso hará que se reduzca el número de cesáreas", evaluó.
"Esos números universales que se ponen son líneas muy gruesas que no tienen que marcar las políticas públicas. Las políticas públicas tienen que llevar en cuenta la realidad de cada país. Creo que no hay que tener una aspiración numérica específica. Más importante que plantearse reducir la cantidad de cesáreas, hay que plantear mejorar el proceso asistencial para hacerlo más seguro y de mejor calidad", reflexionó el catedrático.
En consonancia con la OMS, el referente uruguayo destacó la importancia de las parteras para reducir las intervenciones quirúrgicas. "Hemos estudiado y percibido que en los procesos de atención a la parturienta cuanto más participan las parteras más posibilidades de lograr un parto vaginal. Es muy importante incentivar su participación", concluyó.
De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), Brasil lidera los índices de nacimientos por cesárea en la región, con una tasa del 50% registrada en 2012, a la que le sigue México, con un 43%.