El aparato estaba regresando de un ejercicio de entrenamiento cuando el piloto avisó a la torre de control de la base aérea de Ramon que el helicóptero no estaba funcionando correctamente.
El helicóptero se desplomó cuando ya había llegado a la base y se hallaba en la fase de aterrizaje.
El Ejército ordenó a un equipo de especialistas a las órdenes de un coronel que investigue las causas del accidente.
Fuentes militares indicaron que la incipiente investigación muestra que no existe ninguna relación entre este accidente y el hecho de que recientemente se ordenara que se dejara de usar temporalmente toda la flota de Apaches del Ejército israelí.
En la investigación del accidente participarán expertos de la compañía americana Boeing, y mientras no haya resultados toda la flota de Apaches permanecerá en tierra.
A finales de julio otro Apache realizó un aterrizaje de emergencia en la Cisjordania ocupada cuando el piloto sintió vibraciones en la parte trasera del aparato.