A fines de julio trascendió que millones de huevos producidos en Bélgica y que fueron distribuidos en las redes comerciales de esta nación, además de Holanda y Alemania podrían estar contaminados con fipronil, usado para erradicar las pulgas de las gallinas ponedoras.
RTL señaló que el sindicato de productores agropecuarios de los Flandes belgas Boerenbond valoró las pérdidas en un mínimo de 10 millones de euros, mientras que la federación agraria de la región de Valona, en cientos de miles de euros.
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Afsca abrió una línea telefónica para los consumidores en la que los especialistas aclararán las dudas respecto a esta situación.
Esta decisión fue tomada tras la comprobación realizada por un laboratorio especializado.
Según los expertos, el consumo frecuente de huevos que contengan este insecticida puede causar daños a los riñones, hígado y tiroides.