"El pueblo ecuatoriano no puede seguir tolerando la ofensa ética de actores del poder, en acciones u omisiones de Gobierno en que, si no hubo coautoría, por lo menos, sí grave encubrimiento de corrupción", dice el escrito firmado, entre otros, por el expresidente Gustavo Noboa (2000-2003) y los exvicepresidentes Alberto Dahik, Eduardo Peña, Pedro Aguayo y León Roldós.
La petición se origina después de que se revelaran pruebas que vincularían a Glas con la red de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, aunque la justicia aún no ha levantado cargos contra el funcionario.
Sin embargo, los primeros audios filtrados y la participación directa de un tío de Glas, Ricardo Rivera, en esa red provocaron que la semana pasada el presidente Lenín Moreno retirara las funciones que le encomendó al vicepresidente al inicio de su mandato el pasado 24 de mayo.
Moreno ha expresado su deseo de que la situación se transparente y que la justicia sea la que determine si Glas tuvo o no relación con los sobornos de Odebrecht, que habría entregado al menos 40 millones de dólares en coimas en Ecuador a cambio de adjudicarse obras con el Estado.
El manifiesto agrega que "el ingeniero Jorge Glas, por las diversas funciones que ejerció desde 2007, llegando a ser vicepresidente de la República, no puede eludir su responsabilidad".
Por lo expuesto "pedimos al ingeniero Glas que tenga la elemental decencia de renunciar, hacerse a un costado, para que haya una investigación sin interferencias", expresa el texto.
De no haber respuesta del propio Glas, la Asamblea Nacional debería destituirlo "conforme a su competencia", añade.
El Legislativo tiene la capacidad de remover a las principales autoridades por infracciones establecidas en la Constitución, pero se requiere para ello los votos de dos tercios de los diputados.
La Asamblea rechazó semanas atrás un primer pedido de la oposición de enjuiciar políticamente a Glas, aunque ha anunciado que retomará el intento.
Mientras tanto, la distancia entre las principales autoridades del país se mantiene y el bloque del oficialismo no logra encaminar el diálogo para que Moreno y Glas retomen sus relaciones.
Por su parte, Glas se ha ratificado en su inocencia señalando ser víctima de una persecución política y un linchamiento mediático y ha dicho que continuará trabajando hasta el final de su mandato en 2021.
