"Este tribunal solicita que se extremen los recaudos de seguridad previstos a fin de transmitir tranquilidad a la población", pidió en una carta el presidente de la Cámara, Santiago Corcuera.
Indra, en tanto, aseguró que "junto a las autoridades nacionales, se están tomando todas las medidas de seguridad para preservar la integridad de nuestros colaboradores y el normal desempeño de nuestras tareas".
"Respecto al paquete que explotó en la recepción", la compañía encargada del procesamiento de los resultados manifestó que se encuentra "trabajando con la justicia, y a total disposición de las autoridades pertinentes para el esclarecimiento de lo ocurrido".
Dos colaboradores de la empresa resultaron heridos por la explosión del paquete enviado a la antigua sede de la empresa.
Si bien "sufrieron heridas y quemaduras, se encuentran fuera de peligro", confirmó Indra.
"Uno de ellos fue dado de alta por los profesionales médicos a las pocas horas de ocurrido el hecho", mientras que la persona que abrió la encomienda "sigue siendo atendida en un sanatorio privado".
El juez federal Daniel Rafecas, responsable de la causa que investiga el caso, analiza las imágenes de 70 cámaras de seguridad en las inmediaciones de la zona donde estaba la sede anterior de la compañía, en la ciudad de Buenos Aires, donde fue dejado el paquete.
El magistrado recibió un informe preliminar sobre la naturaleza del explosivo, que resultó ser un caño de plomo con pólvora blanca y negra.
Rafecas no descarta un conflicto interno en la empresa, dado que la encomienda iba dirigida al director de Recursos Humanos, Tomás Contreras.
Ante esta situación, empleados de esa oficina han sido llamados a declarar ante la Policía Federal responsable del sumario.