La decisión de dejar todo el comercio en grivnas se explica por el hecho de que la moneda está bastante sobrevalorada. El actual presupuesto estatal de Ucrania se forma sobre la base de la tasa de 27,2 grivnas por un dólar de EEUU. Y ahora el dólar, de acuerdo con el curso de cambio oficial, se cotiza en 25,54 grivnas por unidad convencional.
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Con un saldo así, la devaluación de la moneda nacional no sería un incentivo para el desarrollo de la economía local, ya que casi no se producen cosas que puedan ser de interés para los mercados foráneos.
No obstante, la finalización de las transacciones con la grivna en la capital rusa implica un inminente colapso de la moneda ucraniana. Los mercados especulativos, que dependen poco de cualquier regulación política o estatal, están comenzando a prepararse para una suspensión de pagos no solo del presupuesto ucraniano, sino de toda la economía de este país europeo bastante grande.
En este caso, la situación con la grivna oculta un próximo default del sistema bancario y financiero de Ucrania, concluye Lekuj.
