Hace miles de años, las cuevas (ahora inundadas) bajo la Península de Yucatán en México, sirvieron de pasajes para los seres humanos y animales del último periodo glacial. Sin embargo, muchas criaturas desafortunadas terminaron muertas tras caer al fondo del Hoyo Negro.
Los investigadores han buceado al fondo de la cueva y recuperado restos arqueológicos de varias especies del Pleistoceno. Los hallazgos datan de aproximadamente 13.000 años.
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— Marcela Zapata-Meza (@Machezm) 16 de maio de 2014
— Juan Vázquez Romero (@juvazrom) 19 de maio de 2014
Hasta la fecha, el equipo científico ha podido recuperar los restos de tres osos perezosos gigantes (incluyendo una especie completamente nueva), osos de cara corta, leones de montaña, tigres de dientes de sable, un gonfotérido —pariente de los elefantes—, tapires e incluso un humano.
"La preservación del material fósil es extraordinaria y nos permitirá reconstruir varios aspectos de la anatomía, de las relaciones evolutivas y del comportamiento [de los seres vivos de la época]. La diversidad de la fauna nos muestra una nueva y emocionante imagen de esta región en medio de un rápido cambio climático y ambiental", explicó el doctor Blaine Schubert, uno de los principales investigadores del proyecto, al portal PhysOrg.
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— ElQuintanaRooMX (@ElQuintanaRooMx) 28 de janeiro de 2017
Schubert presentó las conclusiones de las investigaciones del equipo en la reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados, celebrada en Calgary (Canadá) el agosto de 2017.