El vicecanciller recordó que Moscú había informado a la OTAN de forma exhaustiva sobre el futuro ejercicio y enviado las invitaciones correspondientes.
"Aquellos países que tratan de agravar la situación al máximo de cara a este ejercicio, esgrimiendo acusaciones infundadas contra Rusia, intentan obstruir en lo posible los contactos entre los militares de nuestros países", dijo Meshkov a periodistas.
Según el escenario, grupos extremistas que reciben apoyo militar por vía marítima y aérea desde el exterior se infiltran en Bielorrusia y en la región rusa de Kaliningrado —enclave situado a orillas del mar Báltico entre Polonia y Lituania— para perpetrar atentados y desestabilizar la situación. Las tropas deberán aislar las áreas de su infiltración y repeler la agresión.