"Propondré discutir en octubre en el Consejo de la UE las futuras relaciones con Turquía, incluyendo una suspensión o terminación de las negociaciones", declaró Merkel al intervenir en el Bundestag (Parlamento alemán).
También Schulz dijo que, si gana las elecciones parlamentarias del 24 de septiembre, insistirá en la cancelación de las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en la UE.
El portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, criticó a los políticos alemanes por estas declaraciones al subrayar que alimentan la discriminación y el racismo.
Lea más: Alemania valora congelar la ampliación de sus relaciones con Turquía
También reprochó a Alemania por apoyar a los "terroristas" del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de FETO (por el acrónimo en turco de la "organización terrorista de Fethullah"), que es como Ankara define a los seguidores del predicador islámico Fethullah Gülen, supuesto orquestador de la intentona golpista de julio de 2016 contra el Gobierno turco.

La restauración de la pena de muerte en Turquía, según las reiteradas advertencias de Bruselas, cerraría definitivamente la puerta para el ingreso en la UE.
Turquía solicitó la adhesión a la Comunidad Económica Europea en 1959, al año siguiente de la creación de este organismo, y en 1963 firmó un acuerdo de asociación con la CEE como medida previa a una integración cabal.
Más aquí: La pena de muerte en Turquía, línea roja para la Unión Europea
Las conversaciones de adhesión entre Turquía y la UE se mantienen virtualmente congeladas debido a la campaña de purgas que Ankara lanzó contra sus oponentes tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mencionó en repetidas ocasiones la posibilidad de convocar un referéndum para que el pueblo decida si conviene o no continuar las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en la Unión Europea y acusó a Bruselas de discriminar a su país por motivos religiosos.