"Somos alrededor de 200 los que participamos en las asambleas y en la toma (ocupación) del Ministerio", señaló a Sputnik la becaria postdoctoral del Conicet e integrante de la red Jóvenes Científicos Precarizados, Lucía Maffey.
En un acuerdo suscrito el 23 de diciembre de 2016, el Gobierno prometió prorrogar hasta el 31 de diciembre de este año la beca de los 500 científicos que se habían postulado para la carrera de investigador científico y tecnológico y que habían sido recomendados.
Los 500 investigadores que quedaron sin ingresar al Conicet reclamaron una reunión con el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
Ante la falta de respuesta decidieron ocupar la sede de su cartera, en la ciudad de Buenos Aires.
"Mientras sigan ocupando el Ministerio, no hay diálogo posible", afirmó Barañao, el único funcionario del actual Ejecutivo que procede de la anterior gestión.
De acuerdo a la base de datos del Conicet, en 2015 fueron admitidos 899 investigadores en el organismo, y en 2014 ingresaron 837, los números más altos que se registraron durante los dos períodos de Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
Durante la campaña electoral que lo consagró en la presidencia, el presidente Macri se había comprometido a aumentar la inversión en ciencia y tecnología hasta que esta representara el 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
En el Presupuesto 2017 sancionado por el Congreso, se incluyó un recorte de casi el 30% para esta área, pasando del 0,71% del total de la partida en 2016 al 0,59% de este año.
El Gobierno aumentó después, en 900 millones de pesos (casi 53 millones de dólares), la cifra destinada a ciencia y tecnología, aunque la reducción presupuestaria con respecto a 2016 fue de casi 6.000 millones de pesos o unos 353 millones de dólares.