Desde el año 2000, Cuba sufrió 18 huracanes que provocaron la muerte de miles de personas en el Caribe y Estados Unidos. En Cuba el costo fue de sólo 45 vidas humanas, aunque hubo cientos de miles de casas destruidas y se perdieron cosechas.
Las enormes diferencias entre los costos humanos que provocan los huracanes en los demás países, respecto a Cuba, nos hablan de las características de la sociedad. Creo que responden a tres factores muy ligados a la historia de la revolución.
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El primero es la cultura de la solidaridad. Como en otras ocasiones, con la llegada del huracán Irma más de un millón de personas fueron evacuadas. El Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil informó que el 77% de los evacuados se protegen en casas de familias, "prueba de la solidaridad característica del pueblo cubano ante situaciones difíciles". Los demás evacuados son albergados en refugios oficiales.
En Cuba funciona además una cultura de la participación que va de la mano con la descentralización de servicios. Para enfrentar los inevitables cortes de luz que provocan los huracanes, Cuba utiliza algunos equipos que funcionan con diésel para generar electricidad de forma independiente. Las más importantes instituciones estatales cuentan con plantas propias para situaciones de emergencia, así como los centros de salud.
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La segunda característica cubana frente a los huracanes se relaciona con la inexistencia de especulación inmobiliaria, que es una de las facetas más importantes de la acumulación capitalista. El ciclón Harvey en Texas provocó al menos 47 muertos y la inundación de amplias regiones de las ciudades, con el consiguiente aislamiento de la población. No se trata de inundaciones puntuales sino que grandes áreas fueron anegadas y el retroceso de las aguas se demora varias semanas.
Las zonas ahora inundadas formaban la cuenca natural por la que se vaciaban los dos embalses que protegen la ciudad de las catástrofes, que el ejército compró en la década de 1940 para evitar que se repitieran inundaciones en el centro urbano. Pero la especulación inmobiliaria llevó a la construcción masiva de viviendas.
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"Empresas como Amazon y FedEx situaron delegaciones en la ciudad y llevaron allí cientos de empleados. La ciudad necesitaba crecer y consiguió hacerlo manteniendo precios de vivienda y de vida asequibles para su población, pero a costa de ocupar las 200.000 hectáreas destinadas a evitar situaciones como la que viven sus habitantes esta semana", relata un informe de La Vanguardia.
Por el contrario, en Cuba las ciudades crecen muy lentamente y lo hacen conservando la trama urbana histórica. No existe la posibilidad de que personas privadas tomen iniciativas edilicias. No es la ganancia privada lo que determina la planificación urbana.
La Defensa Civil fue creada en 1962 a partir de las Milicias Nacionales Revolucionarias, concebidas como "defensa popular con la misión fundamental de agrupar a los trabajadores en unidades de las milicias y defender sus industrias", que incluye una amplia gama de funciones, desde el salvamento ante catástrofes hasta la reparación de averías.
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Durante las situaciones de emergencia o catástrofes puede suspender clases, organizar la distribución de alimentos, la evacuación de la población, así como los trabajos de la compañía de electricidad y teléfonos con el objetivo de proteger a la población y minimizar los daños materiales.
Uno de los aspectos más interesantes es que la Defensa Civil "resulta extremadamente barata", ya que sólo los altos mandos son profesionales y los demás son voluntarios, "se eligen entre los vecinos, buscando a quienes tienen un mayor liderazgo".
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El ejemplo cubano debería servir de inspiración a todos los países pobres que tienen enormes dificultades para afrontar catástrofes naturales y humanitarias.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK