"Esta denuncia está basada en pruebas que están siendo contestadas y que son objeto de procedimientos abiertos por el propio procurador general (Rodrigo Janot) y por la presidenta del Supremo (Carmen Lucia)", aseguró el abogado del presidente, Antonio Cláudio Mariz de Oliveira, según recoge el diario Folha de São Paulo.

Esas confesiones fueron realizadas en el marco de un acuerdo de delación premiada que ahora está bajo sospecha, porque esos directivos presuntamente cometieron diversas irregularidades, como no entregar toda la información de la que disponían, tal cual habían prometido.
La defensa de Temer alega que las pruebas entregadas por los delatores de JBS no deben ser consideradas por la Justicia porque la colaboración de los ejecutivos de esta empresa fue moldeada con ayuda de integrantes de la Procuraduría General de la República.
El presidente brasileño y buena parte de la cúpula del oficialista Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) fueron denunciados por un presunto delito de asociación ilícita, por urdir una trama que usaba entes públicos para enriquecerse.

Para que la denuncia siga adelante (y que Temer pierda eventualmente la presidencia para ser juzgado) se necesita primero el visto bueno de la Cámara de Diputados.