Según Essig, 50 compañías alemanas expresaron su deseo de realizar negocios en Rusia, pero sus planes se vieron frustrados debido a las sanciones.
Paralelamente, Essig indicó que "Alemania tiene una responsabilidad especial en no empeorar las relaciones con Rusia. Debemos hacer justo lo contrario: cambiarlas a mejor".
Lea también: "Estamos pagando el precio de las sanciones contra Rusia"
En un comentario a Sputnik, el empresario subrayó que Alemania "no puede permitirse el lujo de renunciar a la cooperación con Rusia", dado que los rusos "aprecian la calidad de los productos germanos".
Mientras tanto, la ONU estima que las pérdidas de los países occidentales alcanzaron en tres años los 100.000 millones de dólares, mientras que las de Rusia se quedaron solo entre los 52.000 y 55.000 millones de dólares, lo que quiere decir que Occidente perdió casi el doble que el país eslavo.