Esta última prueba es la respuesta de Pyongyang a las sanciones contra Corea del Norte adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El Hwasong-12 sobrevoló el territorio de Japón y cayó a 2.000 kilómetros del cabo de Erimo, situado en isla de Hokkaido.
De acuerdo con el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, el proyectil superó una distancia de 3.700 kilómetros y alcanzó una altitud máxima de 770 kilómetros.
La trayectoria y el ángulo de lanzamiento ponen de manifiesto que este misil podría alcanzar la isla estadounidense de Guam.
More pictures have been released from KCNA from yesterday's HS-12 launch pic.twitter.com/jnIX3MRO6k
— Strategic Sentinel (@StratSentinel) September 16, 2017
Este incidente se suma a otras 13 pruebas de misiles balísticos que Pyongyang ya había llevado a cabo desde principios de año, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU.
Los presidentes de Rusia y Francia, Vladímir Putin y Emmanuel Macron, durante una conversación telefónica advirtieron el 15 de septiembre, tras las últimas pruebas de Pyongyang, que un mayor deterioro de la situación en la península de Corea podría tener consecuencias irreparables.
"Los jefes de Estado coincidieron en que era inaceptable el aumento de la tensión en la península de Corea, ya que podría tener consecuencias irreparables", señaló el Kremlin en un comunicado al concluir la conversación telefónica entre ambos mandatarios.
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