La convocatoria del referendo en el Kurdistán iraquí fue criticada por varios países, incluidos Irak, Irán y Turquía, así como por la Liga Árabe.
Israel, que se lleva mal con muchos países árabes, apoyó el plebiscito.
"Hay que cancelar o posponer el referéndum ya que es inconstitucional y no corresponde a los intereses del pueblo iraquí en general, ni de los kurdos en particular, no permitiremos la creación de un segundo Israel en el norte de Irak", dijo en un encuentro con el embajador de EEUU en Irak, Douglas Silliman.
Anteriormente, la Casa Blanca llamó a los dirigentes del Kurdistán que cancelaran el referéndum y entablaran un diálogo con Bagdad.
Barzani declaró a su vez que si no recibe una alternativa al referéndum, este se celebrará en la fecha programada.
El Kurdistán iraquí, con una población estimada en torno a cinco millones de habitantes, es la única región autónoma de Irak.
Su estatus está consagrado en la Constitución que fue aprobada en 2005, dos años después de derrocado el régimen de Sadam Husein.
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La autonomía tiene presidente, Gobierno, Parlamento y fuerzas de defensa propias, los peshmerga.
