Experto: EEUU fabrica un falso incidente para afectar las relaciones con Cuba

"A primera vista me resulta un falso incidente, construido, difícil de probar y sobre todo, que sea precisamente ahora, cuando llega la administración Trump, anuncia nuevas sanciones con una retórica agresiva y que ese hecho supuestamente suceda", explicó a esta agencia el también profesor titular y doctor en Ciencias Económicas.

En opinión del académico, posiblemente los gobernantes estadounidenses se percataron de que van a recibir fuertes críticas en Naciones Unidas por el retroceso en el acercamiento y la negociación con la diplomacia de la mayor de las Antillas ante la próxima demanda cubana del fin del bloqueo económico, comercial y financiero en la Asamblea General de ese organismo internacional.

Considera el profesor que el paso del huracán Irma por el norte de la isla y los destrozos y daños causados en todas las provincias imponían otro tipo de respuesta por parte del vecino del norte, pero la naturaleza de la política de Estados Unidos hacia Cuba ha sido y es profundamente contradictoria.

"Tal vez la mejor hipótesis es que el Gobierno de EEUU busca un pretexto de que existe una agresión dentro de Cuba contra sus diplomáticos que pone en riesgo su salud, algo realmente inverosímil, obviamente porque el Gobierno cubano siempre ha sido muy cuidadoso no sólo con los diplomáticos, sino con cada uno de los visitantes de ese país, para evitar el más mínimo problema, cuidándolos y protegiéndolos hasta lo increíble".

Fernández Tabío confesó a este servicio internacional de noticias multimedia que ha sido testigo de comentarios de diplomáticos anteriores a esta administración, quienes se sienten seguros y tranquilos en Cuba y les encanta el trato que reciben.

"No en muchos países los ciudadanos y diplomáticos estadounidenses son tan cuidadosamente tratados —advirtió el académico—, por lo tanto, ahora puede ser 'conveniente' acusar a Cuba de algo, para enfriar aún más las relaciones y presentar semejante cuento".

Advirtiendo la correspondiente salvedad histórica, el profesor titular evocó la explosión del acorazado Maine en aguas cubanas el 15 de febrero de 1898, incidente que nunca se esclareció, pero sirvió de pretexto para una intervención militar que frustró la plena independencia de la mayor de las Antillas, acabó con el colonialismo hispano en el continente y abrió las puertas al dominio neocolonial de Washington en la región americana y caribeña.

Preguntó el investigador si se trata de "lo mismo en menor escala" con la creación de un "fake news" para justificar una casi ruptura de relaciones diplomáticas y culpar de ello al Gobierno cubano, es decir, poner artificialmente el foco de atención en las autoridades de La Habana y no en la política de agresiones de Washington contra Cuba.

"Mantener el bloqueo y recrudecerlo a un pueblo que está recuperándose de uno de los huracanes más fuertes de toda su historia constituye una evidencia del carácter bárbaro, inhumano y genocida del bloqueo estadounidense contra Cuba", sentenció el profesor universitario.

Tras señalar que le cuesta trabajo creer que no pasa de una broma de mal gusto la queja del Gobierno estadounidense por supuestas afectaciones auditivas de sus diplomáticos en La Habana, Fernández Tabío razonó que los funcionarios norteamericanos "estaban aquí desde mucho antes, y nunca se habían quejado, sino que les encantaba Cuba por ser un sitio seguro y donde la pasaban bien, con independencia del nivel de las relaciones".

El 17 de septiembre el secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, declaró a la televisión que Washington evalúa un posible cierre de la embajada de su país en Cuba.

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Durante una intervención en la cadena CBS News, el jefe de la diplomacia estadounidense manifestó que ese paso está bajo revisión, lo cual se relaciona con la presunta ocurrencia de incidentes que provocaron afecciones auditivas a algunos funcionarios de esa legación diplomática y a familiares.

Tillerson añadió que algunas de las personas supuestamente afectadas fueron regresadas a Estados Unidos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, en tanto, reafirmó el 9 de agosto pasado su compromiso de garantizar con rigor y seriedad la seguridad del cuerpo diplomático acreditado en la isla caribeña.

A través de un comunicado, la cancillería informó que el 17 de febrero último la embajada de EEUU en La Habana y el Departamento de Estado le informaron sobre los mencionados incidentes.

"Cuba tomó con suma seriedad este asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente por indicación del más alto nivel del Gobierno cubano", afirmó el escrito.

Según la fuente, las autoridades cubanas crearon un comité interinstitucional de expertos para el análisis de los hechos; ampliaron y reforzaron las medidas de protección y seguridad a la sede, su personal y las residencias diplomáticas.

De igual forma, fueron habilitados nuevos canales de comunicación directa entre la embajada y el Departamento de Seguridad Diplomática, precisó el texto.

El documento remarcó de manera categórica que la mayor de las Antillas jamás permitió, ni permitirá, que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción.

Reiteró, asimismo, la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento de esta situación.

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Cuba y Estados Unidos restablecieron oficialmente nexos diplomáticos el 20 de julio de 2015, durante la administración de Barack Obama (20 de enero de 2009-20 de enero de 2017), y desde entonces las respectivas Secciones de Intereses se convirtieron en embajadas.