"Brasil está orgulloso de tener la mayor cobertura de selvas tropicales del planeta; la deforestación nos preocupa, especialmente en la Amazonía; hemos concentrado atenciones y recursos y traigo una buena noticia: la disminución de un 20 por ciento de la deforestación; retomamos el camino correcto y en ese camino persistiremos", dijo Temer ante los líderes mundiales.
Entre ellas están la extinción de la Reserva Nacional del Cobre (Renca), una región de más de 46.400 kilómetros cuadrados al norte del país (el tamaño de Dinamarca) que el Ejecutivo de Temer quería poner a disposición de la industria minera, pero que ante la presión popular ha quedado suspendida temporalmente.
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A pesar de las fuertes críticas de los sectores ambientalistas, el presidente aprovechó su discurso en la ONU para vender la imagen de un Brasil comprometido con el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Además, Temer destacó en su discurso que Brasil lidera, junto con Argentina, los esfuerzos de Latinoamérica para la no proliferación nuclear y en este sentido criticó duramente las pruebas de misiles en Corea del Norte.
"Brasil condena esos actos con la mayor vehemencia, es urgente buscar una solución pacífica a una situación cuyas consecuencias son inimaginables", aseguró.
El 72 período regular de sesiones de la Asamblea General de la ONU comenzó el 12 de septiembre en la sede del organismo en Nueva York.
El debate general se desarrolla desde este 19 de septiembre y hasta el día 25.