Hasta ahora se creía que los octópodos que viven en las aguas subtropicales de Nueva Zelanda y Australia eran solitarios y asociales.
El descubrimiento lo ha realizado el equipo de investigación internacional, dirigido por David Scheel, académico de la Universidad del Pacífico de Alaska. Octlantis en el este de Australia, en Jervis Bay, representa una concentración de unos 15 pulpos solitarios viviendo juntos, donde interactúan, se aparean y se defienden unos a otros.
Y no es la primera 'ciudad' que se descubre de estos moluscos cefalópodos; en 2009 encontraron Octopolis, no muy lejos de Jervis Bay tampoco, donde los pulpos de Sídney vivían juntos de una manera constante en vez de reunirse una vez al año para el apareamiento.
El estudio, publicado por el portal Taylor & Francis Online y disponible en inglés, detalla los descubrimientos del equipo de los investigadores antes de concluir que, de hecho, el comportamiento social de los pulpos de esta especie registrado en Octopolis en 2009, no es un ejemplo aislado sino que es una consecuencia de la escasez de hábitats combinada con la abundancia de comida lo que provoca interacciones sociales más complejas entre los animales.
En conclusión, los científicos teorizan que en otras especies de pulpos, condiciones similares también podrían impulsar un comportamiento más 'social'.