20 de septiembre 2017, 20:30 GMT
Treinta y dos años después de aquel fenómeno que enlutó al país y el mundo, la ciudad terminaba de homenajear a los 10 mil muertos y 5 mil desaparecidos que provocó cuando la tierra comenzó a temblar nuevamente.
"La ciudad se despierta con una suerte de resaca cuando tiene un mal sueño y empiezas a tener como un poquito mayor de claridad sobre la dimensión de los daños y la tragedia. Y anoche (por el martes 19) fue muy agitada e intensa, porque todo el mundo sabe que las primera horas son clave para poder rescatar cuerpos y gente con vida", dijo Campa.
"A veces cuando pasa un camión grande sientes una pequeña vibración en el edificio, pero esto fue más largo de lo normal. Inmediatamente se empezó a mover todo, sientes como que estás arriba de un barco básicamente. Yo agarré el bolso de supervivencia y en la escalera todo se empezó a mover muy duro. Cuando estábamos en la calle seguía temblando, veíamos moverse los edificios, los cables y las columnas balanceándose… Creo que no fue ni un minuto, fueron segundos, pero en ese momento el tiempo es relativo", contó Christian Rodríguez, fotógrafo uruguayo radicado en México.