En el proceso de negociaciones sobre el ambicioso proyecto, finalizado en acuerdos concretos, Sputnik aprovechó la ocasión de hacer un repaso de la historia, el estatus vigente y el futuro del Centro con la ayuda de Evgueni Pakermanov, presidente de Rosatom Overseas, la filial de Rosatom encargada de los proyectos internacionales.
— Sobre el Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear boliviano se publican noticias regularmente, pero el inicio del proyecto también es interesante. ¿Cómo surgió la idea y cómo Rosatom se hizo parte de él?
— La idea de la creación del Centro pertenece al presidente de Bolivia, Evo Morales. Guiado por los intereses del pueblo boliviano, el mandatario impulsó el programa de desarrollo de modernas tecnologías nucleares para el ámbito civil.
Rosatom valora mucho la decisión de los colegas bolivianos de seleccionar nuestra empresa como socio en el proyecto de construcción en El Alto del centro de desarrollo nuclear más avanzado de América Latina.
— ¿De qué infraestructura dispondrá el Centro? ¿En qué fase está actualmente el proyecto y para cuándo se prevé su inauguración?
— El Centro contará con un reactor experimental polivalente basado en el reactor científico de agua a presión, con una potencia nominal de unos 200 kilovatios. Además, tendrá un centro de tratamiento dotado con una instalación de rayos gamma.
Además, el Centro incorporará un ciclotrón radiofarmacológico adaptado para los estudios médicos y varios laboratorios científicos: de análisis con neutrones activos, radioisótopos, radiobiología y plasma.

En cuanto a la realización, nuestros ingenieros acaban de estudiar el lugar de la construcción y determinaron que sí conviene para ubicar el Centro. Próximamente vamos a iniciar las obras.
La entrega de las primeras instalaciones está prevista para fin del 2019. Enseguida el Centro podrá empezar a funcionar.
Además del propio centro, la parte boliviana va ampliando la infraestructura para la medicina nuclear del país, construyendo centros adicionales para los pacientes.
— ¿Cuáles son las ventajas del Centro para Bolivia? ¿Qué beneficios obtendrá el país latinoamericano?
— El Centro de Investigación Nuclear abrirá el camino para Bolivia hacia el uso de las tecnologías atómicas en la ciencia, medicina, geología, agricultura y otros ámbitos.
En medicina, los radioisótopos creados en el Centro ayudarán a diagnosticar y tratar varias enfermedades oncológicas, endocrinológicas, cardíacas, etc. La terapia con neutrones ofrecida en el centro ayudará a miles de personas anualmente.
Desde el punto de vista de seguridad, el reactor científico propuesto es absolutamente seguro. El proyecto incorporará todo tipo de medidas de seguridad: la protección de varios niveles, la protección interna, la resistencia ante los errores del usuario. El reactor tiene una baja potencia y opera con una pequeña cantidad de material nuclear. Todo esto descarta la influencia radioactiva en el medio ambiente en caso de incidentes.
— ¿Quién será el principal usuario y beneficiario de las capacidades del Centro?
— La creación de tal centro en el país representa un gran avance tecnológico que, sin duda alguna, elevará a Bolivia al liderazgo en la región en cuanto al uso de las tecnologías atómicas pacíficas.

Además, el Centro de Investigación se convertirá en una plataforma para la cooperación y el desarrollo de las comunidades científica, universitaria y profesional de toda la región.
Claro está, el centro en El Alto tendrá un estatus regional y podrá exportar sus servicios a otros países.
— ¿Hay algunas dudas u objeciones contra el Centro? ¿Cómo valora el proyecto la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA)?
— El Centro de Investigación y Desarrollo es el ejemplo más claro del uso pacífico de las tecnologías atómicas. ¿Cómo puede generar 'objeciones' el tratamiento del cáncer?
El tipo de reactor y el combustible usado excluyen cualquier posibilidad de usarlo con fines militares. Un centro científico y la militarización son dos cosas incompatibles, esto todos los expertos internacionales, incluida la OIEA, pueden confirmarlo al 100%.
— ¿Cómo perciben el proyecto en Bolivia? ¿Cómo reaccionan a los representantes de Rosatom?
— La percepción de la energía atómica por parte de la sociedad está en la zona de responsabilidad del país anfitrión. Rosatom solo puede ayudar en este ámbito si es necesario.
Los bolivianos demuestran interés en el proyecto. Nos parece que en los próximos tiempos valdrá la pena explicar las ventajas concretas que ofrece el Centro para la población.
Rusia es uno de los huéspedes deseados en Bolivia debido a nuestros lazos históricos y el estatus de potencia tecnológica. Por eso nos sentimos muy cómodamente, como si estuviéramos en casa, a pesar de que estamos en otro continente.
— ¿Es posible para Rosatom 'copiar' el modelo boliviano en otros países? ¿Se puede considerar el proyecto del Centro de Investigación como un guion para las iniciativas semejantes?
— El proyecto en El Alto es único para la industria atómica mundial. El lugar seleccionado en El Alto será el de mayor altitud donde alguna vez se han construido instalaciones nucleares —4.000 metros sobre el nivel del mar—.
Actualmente, la empresa ofrece construir instalaciones científicas de diferente potencia y una serie de laboratorios.
Estamos dispuestos a adaptarnos para atender a los intereses del comprador, porque se trata de relaciones de socios, establecidas para varias décadas.