La intervención se produjo porque la policía autonómica catalana —los Mossos d’Esquadra— no cumplió las órdenes judiciales que designaban a este cuerpo como responsable de esta labor, según el delegado.
"Lamentablemente, se ha impuesto la línea política por encima del criterio profesional, poniendo así en riesgo de este cuerpo policial, que es de todos y para todos", afirmó Millo en rueda de prensa.
"Para ello, los Mossos d"Esquadra, a petición propia, debían evitar que se abrieran los mal llamados colegios electorales, pero lamentablemente no ha sido así (…) y por eso la Policía Nacional y la Guardia Civil tuvieron que actuar", añadió.
El delegado del Gobierno acusó durante su comparecencia al Ejecutivo catalán de "poner en riesgo la integridad física de las personas" con la convocatoria de un referéndum que pone en riesgo "la base de nuestra convivencia".
"Agitan a la gente y la envían a las calles para que su desvarío ilegal tenga una apariencia de legalidad, lo que es una irresponsabilidad descomunal", dijo.
Millo explicó que el propósito de la operación policial en Cataluña es dar cumplimiento a las órdenes judiciales contra la celebración del referéndum, por lo que el objetivo de los agentes no son los votantes que se agolpan frente a los colegios electorales sino el material para la votación que se encuentra dentro de los mismos.