"El primer principio por respetar es la no intervención de otros Estados en la situación interna de ese país", dijo Blaszczak a la radio polaca.
El ministro resaltó que "los ciudadanos del país deben decidir su futuro ellos mismos".
No obstante, señaló que "la policía polaca no golpea a sus manifestantes, a diferencia de la española".
Unos 2,2 millones de catalanes, lo que supondría un 42% del censo, participaron el 1 de octubre en un referéndum sin garantías suspendido por el Tribunal Constitucional de España.
Un 90% de los votantes dijeron sí a una Cataluña soberana en forma de república, lo que podría derivar en una proclamación unilateral de la independencia en los próximos días.
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El Gobierno central insiste en que no ha habido referéndum, pero ha invitado a todos los partidos políticos a iniciar el diálogo.
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