El 29 de septiembre el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, afirmó que el referéndum kurdo es ilegítimo y unilateral al agregar que Washington no reconoce sus resultados y llama a todas las partes a evitar la violencia.
Destacó que es "un error histórico precedido por otro cuando EEUU decidió abandonar Irak y dejar un vacío para los Estados vecinos y grupos terroristas".
"Su postura contra el referéndum alienta a los terroristas en la región, es la misma postura que la de los dirigentes en Bagdad que oprimen con sus sanciones", afirmó Ibrahim.
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EEUU, precisó el político kurdo, "teme que fuera elegido un momento equivocado y que (el referéndum) pueda ser un factor debilitante para la coalición que lucha contra Daesh".
"Les hemos demostrado en varios mensajes que el Kurdistán iraquí desde el principio luchó por sí solo contra Daesh y quebró el lomo del terrorismo con la ayuda de la comunidad internacional", recalcó.
Asimismo, el vicepresidente del Parlamento del Kurdistán iraquí descartó enfrentamientos militares entre Bagdad y los peshmerga kurdos.
"No espero esto, los peshmerga son muy disciplinados, así es también el Ejército iraquí (…) Enfrentamientos entre estas dos fuerzas, de hecho, aliadas, están fuera de cuestión", dijo.
Sin embargo advirtió contra una escalada militar en la región.
"Hay indicios de eso (escalada) por parte del Gobierno federal de Irak, que es responsable de estas amenazas", señaló.
Según la comisión electoral del Kurdistán iraquí, más de un 92% de los votantes apoyaron la independencia de la región.
Las autoridades de Irak calificaron la consulta popular de ilegítima y subrayaron que no negociarán con el Gobierno autonómico kurdo ni reconocerán los resultados de la votación.
El Parlamento autorizó al primer ministro iraquí Haider al Abadi a enviar tropas a la zona petrolera disputada de Kirkuk, ocupada por los kurdos en el marco de la lucha contra los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países).
A su vez, el gobernador de la provincia de Kirkuk, Najmiddin Karim, declaró que la provincia no obedece a Baghdad ni permitirá la entrada de las fuerzas iraquíes.