"La decisión se tomó debido al fracaso de Cuba para tomar las medidas necesarias para proteger a nuestros diplomáticos en cumplimiento de la Convención de Viena. Esta orden asegura la equidad en nuestras respectivas operaciones diplomáticas", dijo Tillerson en un comunicado.
"Seguimos manteniendo relaciones diplomáticas con Cuba y continuaremos cooperando con Cuba en la investigación de estos ataques", añadió Tillerson.
El funcionario se refería a los incidentes, aún de origen desconocido, que ocasionaron desde 2016 supuestos problemas de salud a 22 diplomáticos estadounidenses destacados en Cuba.
Ni Estados Unidos ni Cuba han logrado determinar hasta el momento, en sus respectivas investigaciones, la causa de estos "ataques sónicos", aunque algunas fuentes estadounidenses se han referido al uso de un supuesto "dispositivo especial".
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