El 6 de octubre el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general mayor, Ígor Konashénkov, declaró que los refugiados de Rukban se han convertido en rehenes "de hecho sirven de escudo humano a la base estadounidense".
"Son falsas no solo las afirmaciones; la declaración del general Konashénkov sobre los sirios desplazados en Rukban es desafortunada, dado que sabe que ambas naciones (Rusia y EEUU) comparten el mismo objetivo de derrotar a Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) en Siria y hacer que la vida en el país vuelva a la normalidad", dice el comunicado de la Fuerza Coordinada de Acción Conjunta-Operación Resolución Inherente.
Konashénkov dijo el 6 de octubre que el número de los refugiados en Rukban se estima en más de 60.000 personas, como mínimo.
Señaló entonces que son mujeres y niños que han escapado de Al Raqa y Deir Ezzor, según él, y "a los que los estadounidenses no dejan acceder los convoyes humanitarios del gobierno de Siria, ni de Jordania, ni tampoco de la ONU y otros organismos internacionales".