“No sabíamos si la Suprema Corte de Justicia iba a tomar el caso, así que estoy agradecida; fueron días muy intensos, de muchos nervios, miedo (…) pero tengo confianza y fe porque sé que están todos los elementos para salvar a mi hija con todo lo que pasó”, señaló a Sputnik la madre de la niña, conocida simplemente como María.
En abril de 2016 la mujer viajó con su hija desde España a Uruguay para pasar unos días de vacaciones, por lo que el padre, de quien María está separada, autorizó que la niña permaneciera esos días en el país sudamericano, pero la estancia se alargó más de lo previsto.
Ya en ese mismo viaje, la niña hizo unos dibujos que alarmaron a la madre, y una vez que aterrizaron en Montevideo y transcurrieron varios días, la niña siguió comportándose de manera extraña: se negaba, por ejemplo, a abrazar a cualquier miembro de la familia que fuera hombre, según el relato de María.
Sin embargo, María suspendió el viaje y acudió a varias psicólogas, cuyos diagnósticos mencionaron señales de que la niña pudo ser víctima de abuso sexual. Fue entonces cuando decidió quedarse en Uruguay.
El hombre, por su parte, denunció a María por presunta sustracción de la niña, pues solo había autorizado que la menor viajara fuera de España durante unos días de vacaciones y negó las acusaciones de abuso sexual.
Pero un fallo judicial en diciembre del año pasado encontró que la permanencia de la niña en Uruguay era irregular y ordenó retornarla a España; el mismo mes un Tribunal de Apelaciones confirmó la sentencia, pero tomó en cuenta las alegaciones de abuso sexual y recomendó a las autoridades españolas garantizar la seguridad de María y de su hija con medidas como una orden de alejamiento para el padre.
En marzo de 2017 la justicia española archivó el caso al considerar que esas garantías de seguridad no podían ofrecerse y el retorno de la niña no se llevó a cabo.
Sin embargo, tiempo después el padre apeló, asegurando que respetaría la prohibición de acercarse a su expareja y a su hija.
Así, la jueza uruguaya de Familia, Rossana Pose, dispuso que la menor regresara a España.
Sin embargo, los abogados de María decidieron apelar a la SCJ, que suspendió el viaje, ordenado para el 4 de este mes, estableciendo un período para revisar el caso.
“Ahora la Suprema Corte de Justicia de Uruguay revisará todo lo que ha ocurrido hasta ahora considerando nuestros argumentos en el escrito”, dijo a Sputnik la abogada de María, Virginia Salvo, quien aseguró haber presentado pruebas y testigos.
El proceso llevará entre cinco y seis meses, estimó la abogada.