De acuerdo con el informe, la creencia en la brujería, en cuyos rituales se bebe sangre humana, está muy extendida en las zonas rurales de este país africano, uno de los más pobres del mundo.
"Estos distritos se han visto muy afectados por historias recurrentes de ingesta de sangre humana y por la posible existencia de vampiros", reza el reporte.
En total, 7 personas acusadas de ser vampiros fueron linchadas en Malaui desde mediados de septiembre. Asimismo, los cazadores de vampiros bloquearon varias rutas en el sur del país.
El presidente de Malaui, Peter Mutharika, calificó los reportes acerca de la situación como "angustiantes" y declaró haber ordenado una investigación sobre las muertes de los supuestos 'vampiros'.
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En 2002, Malaui también sufrió una ola de violencia generada por rumores sobre vampiros.