Durante su experimento, los investigadores se valieron el concepto conocido como efecto Suniaev-Zeldovich, que ocurre cuando la luz residual procedente del Big Bang atraviesa nubes del gas difuso y caliente formado por la llamada materia bariónica. El problema es que la existencia de este tipo de materia era una sospecha puesto que, hasta el momento, no había ningún telescopio o instrumento capaz de detectar más del 50% de las partículas bariónicas.
Al analizar los datos obtenidos a través del observatorio orbital Planck, los investigadores llegaron a la conclusión de que la materia 'anteriormente perdida' es materia bariónica, y no materia oscura. Asimismo, las galaxias del Universo están conectadas a través de filamentos de gas caliente y difuso, afirman los astrónomos. Los investigadores también subrayaron que la materia bariónica de las estrellas es varias veces más densa que la del Universo, en promedio.
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En 2015, el telescopio Planck consiguió construir un mapa de la materia del Universo gracias al efecto Suniaev-Zeldovich, no obstante, los vínculos bariónicos entre las galaxias eran muy pequeños para aparecer en la imagen. Por su parte, los científicos franceses y escoceses lograron superponer los datos de Planck en 1.260 pares de galaxias, lo que les permitió confirmar que existen filamentos de materia bariónica entre las galaxias, y son seis veces más densos de lo que se creía.