Durante la conversación "se examinaron los aspectos prácticos de la ulterior coordinación de los esfuerzos para normalizar la situación en Siria", dice la nota difundida por la oficina de la presidencia rusa.
Asimismo, Putin y Erdogan examinaron las perspectivas de celebrar una nueva —la séptima— ronda de las conversaciones sobre Siria en la capital kazaja a finales del presente mes.
En 2017 Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas junto con Turquía e Irán para superar la crisis en Siria, organizando en la capital de Kazajistán varias rondas de negociaciones internacionales para consolidar la tregua, durante las cuales se propuso crear las llamadas zonas de distensión en el país árabe.
Las otras tres zonas de distensión se habían establecido en el suroeste de Siria (Al Quneitra, Suwaida y Deraa), en un suburbio de Damasco (en Guta Oriental) y en el norte de la gobernación de Homs.
Vladímir Putin y su par turco expresaron su satisfacción por el desarrollo de la cooperación entre los dos países.
"Los interlocutores se mostraron satisfechos por el desarrollo actual de la cooperación ruso-turca en diversos ámbitos", dice el comunicado al añadir que los dos líderes "acordaron seguir manteniendo contactos personales" tras la conversación que "estuvo enfocada en fortalecer la cooperación tanto en los temas de importancia bilateral como en los de nivel regional".
Asimismo, los dos mandatarios señalaron que se implementa con éxito lo acordado durante su reunión del 28 de septiembre en Ankara, en particular en el ámbito económico y comercial.
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La cita de finales de septiembre fue el quinto encuentro personal de los dos presidentes en 2017 que aprovecharon para repasar la cooperación bilateral, en particular los proyectos como el gasoducto Turk Stream o la central nuclear Akkuyu, que Putin calificó de "estratégicos".