Mirzayán destacó en su artículo, publicado por la agencia News Front, que varios expertos afirman que el discurso pronunciado el 19 de octubre por el mandatario ruso es una continuación del que pronunció hace 10 años durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
En aquel entonces, en la ciudad alemana, el presidente ruso advirtió de las consecuencias que podría tener el curso de la política exterior escogida por los países occidentales.
"Ahora, Putin enumeró en la ciudad rusa de Sochi los resultados reales que fueron alcanzados a raíz de la aplicación de esta política: Oriente Medio, destruido por la Primavera Árabe, el terror desenfrenado, la crisis ucraniana y la amenaza nuclear de Corea del Norte", escribió Mirzayán.
La píldora roja
"La píldora roja es para que [Occidente] vuelva a la vida y empiece a interactuar".
De esta manera, en su discurso Putin exhortó a respetar de nuevo la política y las relaciones con los países con intereses contrarios, opinó el politólogo.
"Las potencias de vanguardia tienen estrategias geopolíticas diferentes y diferente visión del mundo. Esta es la esencia de las relaciones internacionales construidas sobre la base de la cooperación y la competencia", explicó Putin.
La ruptura del balance y las reglas de conducta comunes siempre repercuten en que la seguridad en el mundo se debilite y en que los elementos radicales y las organizaciones extremistas queden con las manos libres, explicó el politólogo.
Para muchos, la operación de Rusia en Siria tenía como objetivo luchar contra Daesh —autodenominado Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países- y defender al presidente sirio, Bashar Asad. No obstante, con esta operación el país eslavo trató de solucionar otras tareas: alcanzar la recuperación de Siria y consolidar la estabilidad en Oriente Medio.
"En la región hay muchas discrepancias. Pero tuvimos paciencia y trabajamos para sopesar cada paso y cada palabra, así como trabajamos con los participantes del proceso respetando sus intereses", afirmó Putin en Sochi.
"Una revolución es siempre el resultado de un déficit de responsabilidad", señaló Putin.
La píldora azul
La píldora azul es el otro remedio que Putin propuso en su discurso, según Mirzayán.
El politólogo señaló que "Putin describió en su discurso las posibles opciones de respuesta en caso de que Occidente continúe viviendo en una realidad virtual con el mundo unipolar y Rusia siga siendo considerada como el imperio del mal".
"La existencia de acuerdos es mejor que su ausencia. Partiendo de este punto de vista, vamos a hacerlo todo para cumplir con nuestros compromisos", dijo Putin.
Por su parte, Mirzayán concluyó que "le gustaría que Occidente empiece a cumplir sus compromisos. Para eso los estadounidenses y los europeos tienen que aceptar su responsabilidad y elegir la píldora roja".
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