"Me niego a seguir en el cargo de presidente de la región tras el 1 de noviembre de 2017", dice la declaración de Barzani citada por Rudaw.
Al mismo tiempo enfatizó que su renuncia al cargo presidencial no significa que deje la vida política.
La decisión de Barzani se enmarca en el contexto de la crisis entre Bagdad y Erbil que se agudizó tras el referéndum del 25 de septiembre, en el que un 93% de los electores, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo.
Le puede interesar: ¿Cuánto subirá el petróleo por las tensiones en Kurdistán?
El 16 de octubre, el primer ministro y comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Irak, Haider Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga.
El Gobierno del Kurdistán iraquí ofreció a Bagdad declarar un alto el fuego y empezar el diálogo y a cambio prometió congelar los resultados del referéndum de autodeterminación.
El 27 de octubre Al Abadi suspendió las operaciones militares en el norte del país por 24 horas.
Lea también: Ejército iraquí y los peshmerga acuerdan prorrogar el alto el fuego