"Podrían haber una gran cantidad de palos blancos registrados que están formalmente autorizados para la comercialización y ese puede ser en Villa Fátima [La Paz] y Sacaba [Cochabamba, centro] un problema", declaró la autoridad en entrevista con la Agencia de Noticias Fides.
Romero se refirió al desvío de la hoja de coca que produce hacia el narcotráfico y a los esfuerzos que realiza la policía boliviana para enfrentar esta actividad ilegal.
El ministro anunció la intensificación del control de los registros de quienes están autorizados para comercializar la hoja de coca.
"Hay un importante porcentaje de hoja de coca que se desvía a la actividad del narcotráfico fundamentalmente en la zona de San Germán, Nuevo Horizontes" en la provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz [este] donde se han incrementado "las presiones" de la Fuerza Especial de Luchan Contra el Narcotráfico, remarcó Romero.
Asimismo, advirtió que la acción de las fuerzas antidroga bolivianas en Santa Cruz, han provocado que la actividad del narcotráfico se desplace hacia la Chiquitania, en el departamento de Beni, en el noreste del territorio boliviano.
El Gobierno estima que al menos un 25% de la coca que produce Bolivia se desvía al narcotráfico mientras que "una cifra negra" se exporta de manera ilegal hacia Argentina.
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De acuerdo con el informe 2016 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Bolivia tiene un potencial productivo de 32.800 toneladas métricas de coca anuales.