"Se trata de un acuerdo de atracción de inversiones (…) es una herramienta efectiva para el combate de prácticas evasivas y elusivas a través de información con la administración tributaria", reseña un comunicado del legislativo ecuatoriano.
Asimismo, el instrumento reforzará la seguridad jurídica y promoverá las relaciones económicas de ambos países.
El acuerdo se concretó en una sola ronda de negociaciones, en Quito, aunque todo el proceso duró alrededor de cinco años.
Para el embajador de Rusia en Ecuador, Andréi Veklenko, el acuerdo es la "continuación lógica" de la línea asumida por los dos países "para fortalecer la cooperación bilateral estratégica", al tiempo que "favorece el diálogo" entre Quito y Moscú.
"El proceso no fue fácil, pero se creó una composición armónica del documento para que esté de acuerdo con las bases constitucionales de las dos naciones; hubo un trabajo profundo de diferentes entes de ambas partes", declaró el diplomático.
Las autoridades consideran que la vigencia del documento "ayudará a consolidar el esfuerzo de los Estados en la lucha contra la evasión fiscal", permitirá "consolidar las barreras contra los esquemas sucios en el área fiscal y crea condiciones favorables para las inversiones".
En América Latina el país euroasiático tiene convenios con Argentina, Chile, Cuba, México y Venezuela.
Ecuador es el segundo país de origen de las importaciones de Rusia, después de Brasil, además es el principal destino exportador de banano por encima de Estados Unidos y el segundo destino de exportaciones de café y flores.
En Ecuador existen 32 compañías activas con 43 accionistas de Rusia, y la intención es incrementar esas cifras con la vigencia del acuerdo.