"El mar Mediterráneo es el océano del pasado, el Atlántico el del presente y el Pacífico el del futuro". Estas fueron las palabras que el exsecretario de Estado de EEUU, John Hay, pronunció hace más de un siglo. Parece que Hay erró en la predicción, dado que, en los últimos 30 años, la navegación comercial ha ido al alza precisamente en el Índico, que ni siquiera mencionó", escriben los columnistas.
Según los periodistas, no es sorprendente que el político que soñaba con la grandeza de EEUU tuviera esta creencia. En aquel entonces, John Hay apenas podía imaginar que el siglo XIX se convertiría en el momento clave de Asia. Al principio se produjo el milagro económico de Japón; después, los cuatro tigres asiáticos —Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Taiwán— hicieron un gran avance. Finalmente, la India y China empezaron a reivindicar el papel de superpotencias en la región.
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Todos estos países necesitan los hidrocarburos y los mercados exteriores. Es más fácil de comprar petróleo y gas a los países del golfo Pérsico y vender sus bienes a los Estados europeos. Por esta misma razón, la principal arteria comercial del mundo contemporáneo atravesó precisamente el océano Índico.
Garantizar la seguridad de sus buques que navegan en esta arteria y cortarla en el caso de que surja un conflicto serán las principales tareas que se plantearán ante los distintos almirantes de todos los países del Viejo Mundo.
No es casual que casi todos los países que reclaman un papel protagonista en la arena internacional, incluidos EEUU y China, mantienen sus escuadrillas en el océano Índico, opinan los periodistas.
Hace 30 años, la 8ª escuadra operacional de la URSS también se encontraba en la zona.
"Los estadounidenses mantenían las grandes fuerzas de la 7ª flota en el océano Indico a causa de nuestra presencia. En EEUU temían que el Índico se convirtiera en el lago ruso", dijo un oficial de la 8ª escuadra operacional de la URSS, citado por los periodistas.
Los autores del artículo señalan que parece que haya llegado el tiempo para que las naves de Rusia vuelvan a este rincón del mundo y permanezcan allí durante mucho tiempo.
Con todo eso, Rusia no tiene la necesidad de asegurar su presencia militar en todas las zonas clave del océano Índico.
"Nuestro país no tiene los intereses serios y no los tendrá en el futuro en la zona oriental. Rusia tiene problemas aquí con las bases: tal vez Birmania sea el único país que pueda permitir a Rusia construirlas en su territorio. La India y China ya están luchando entre sí por la influencia sobre Birmania. Por eso no merece la pena involucrarse en el conflicto y estropear las relaciones con ambos países asiáticos", enfatizan.
Según los periodistas, Moscú necesita asegurar su presencia militar en la parte occidental del Índico. Esta necesidad se reveló tras el desenlace del conflicto sirio.
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"La presencia de las naves de la Armada rusa podría enfriar el ardor de varios países del golfo Pérsico a quienes les gusta suministrar armas a la oposición siria".
Además, el patrullaje regular en los mares del sur serviría como lugar de exhibición de las naves rusas y potenciales compradores. Finalmente, la presencia de las naves rusas en el Índico daría una experiencia invalorable para que el país eslavo pueda hacer renacer su flota oceánica.
El otro método supone acudir a la experiencia de los marineros soviéticos, que frecuentemente hicieron paradas en las aguas alrededor de las numerosas islas del mar Rojo. En primer lugar, se trata del archipiélago Sokotra, que pertenece a Yemen. Durante la época de la Guerra Fría, las autoridades soviéticas rechazaron construir allí una base naval, porque consideraron que su construcción saldría muy cara.
Ciertos problemas pueden surgir con las autoridades de Yemen en caso de que Rusia se decida a establecer su base precisamente en este país. Actualmente, Yemen vive una guerra civil y tiene dualidad de poderes. No obstante, uno de los presidentes yemeníes, Ali Abdulá Saleh, dijo que intentará dar todas las garantías necesarias a Rusia en caso de que decida construir una base en Yemen. El otro, Abdo Rabu Mansur Hadi, está listo, según los datos de varios medios de comunicación, para permitir que Rusia construya la base a cambio de ayuda humanitaria.
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"Hay que darse prisa. Los Emiratos Árabes Unidos también tienen planes con relación a Sokotra. Las tropas de los Emiratos Árabes Unidos conducen regularmente a sus ejercicios en las islas, mientras que Abu Dabi invierte activamente en el desarrollo de Sokorta, tratando de ganarse la lealtad de los residentes locales", escriben.
Los periodistas consideran que Sokotra podría convertirse en un polígono útil, donde Rusia podría practicar el ejercicio del poder blando. Actualmente, más 40.000 personas viven en este archipiélago. La construcción de una base naval rusa con toda la infraestructura, incluida una escuela y un hospital, sería un buen regalo para los lugareños. Este levantamiento dará un empujón a la economía isleña y creará nuevos empleos.
Con independencia del lugar en el que Rusia construirá su potencial base en el océano Índico, es más probable que su flota incluya buques pequeños de misiles y corbetas del proyecto 20385/6 armados con misiles Kalibr. En el futuro, un portahelicóptero con una unidad de infantes marinos y un grupo aéreo se adheriría a ellos.
Rusia planea construir dos buques de este tipo durante el programa estatal de armamento previsto para los años 2018-2025.
"Tras invertir grandes recursos en la región, Rusia puede ampliar su abanico de posibilidades (…) que le ayudarán a consolidar su influencia en Oriente Medio, Cuerno de África y el mar Rojo, regiones atravesadas por claves rutas marítimas", concluyen.