"La muestra incluye imágenes de la situación social previa a ese acontecimiento y que fueron algunas de sus causas, mientras que otras reflejan las difíciles pruebas que pasó nuestro país durante la Guerra Civil, incluida la intervención de 14 potencias extranjeras por el occidente y el oriente", afirmó Yaroshevski ante integrantes de la comunidad de rusos residentes en Cuba e invitados de la isla.
Con posterioridad, el también representante en Cuba de la Agencia Rusa de Colaboración Internacional (Rossotrudnichestvo) intervino en un panel acerca del tema junto al director de la revista Cuba Socialista, Enrique Ubieta, y el funcionario del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Leopoldo Valle.
"Los rusos seguimos considerando el centenario de la Revolución de Octubre como un hecho histórico muy importante que determinó significativamente el desarrollo de toda la humanidad del siglo XX y del XXI porque dio un fuerte impulso a la lucha de los pobres por su liberación económica, social y la libertad política", sostuvo Yaroshevski.
Evocó diversas obras políticas del autor del Cuadernos Filosóficos, quien según refirió volvió al estudio de la dialéctica de Hégel y sobre esa base explicó que la revolución socialista es la negación del estado burgués.
Ubieta, en tanto, significó que el líder de la Revolución de Octubre y el de la gesta independentista cubana, José Martí (1853-1895), no se conocieron ni uno fue partidario del otro, y sin embargo, coincidieron en la advertencia acerca del peligro del imperialismo, en particular porque analizaron su surgimiento en Estados Unidos.
Martí, por su parte, agregó el director de Cuba socialista, vivió en Estados Unidos desde 1880 hasta 1895, vio y estudió la génesis de ese sistema y alertó en sus escritos sobre ese peligro para la mayor de las Antillas, el Caribre y Latinoamérica.
Reveló el intelectual que esas coincidencias explican por qué en agosto de 1925, cuando un anciano socialista colaborador de Martí en los preparativos de la independencia, Carlos Baliño, y un joven estudiante universitario, Julio Antonio Mella, fundaron el Partido Comunista de Cuba en un congreso en la clandestinidad, una foto del autor de Versos Sencillos y una de Lenin presidían esa reunión.
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