Marsaud comunica que "los servicios de inteligencia franceses han comenzado una tarea cuyo objetivo es reducir la cantidad de yihadistas que vuelvan a Francia".
Por lo tanto, Marsaud mandó una carta al presidente francés, advirtiéndole sobre un gran peligro para su carrera política que iba a surgir si alguno de los retornados cometiera un acto delictivo irreparable.
El diputado también se refirió a la declaración de la ministra de Defensa de Francia, Florence Parly, que afirmó que si los yihadistas murieran en Al Raqa, resultaría mejor.
"Es una declaración que debe impresionar al público. Francia hará que no vaya a regresar nadie: ni los asesinos, ni tampoco sus mujeres (…) ni los hijos, aunque sean inocentes", comenta Alain Marsaud a Sputnik.
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Según la información del político, una veintena de yihadistas ya han vuelto a Francia clandestinamente. Las autoridades francesas afirman que la justicia nacional está colaborando con la iraquí, y la posibilidad del regreso de la gente de Siria e Irak va a examinarse 'caso por caso'. No obstante, Marsaud considera esta situación como poco probable.
"En realidad, según me parece, el Gobierno francés llegó a ser realista. Es menos ingenuo que el Gobierno anterior y hará que nadie vuelva a Francia o, por lo menos, hará todo lo posible para impedir el regreso de yihadistas y sus familias. Nuestros servicios especiales seguramente han empezado a realizar su trabajo para que vuelvan pocos", explica el diputado.