"Este desprecio a los hechos objetivos y esta pasión injustificada por las acusaciones sin pruebas, tomadas de fuentes dudosas, no favorecen a la diplomacia española, estos pasos solo dañarán las relaciones ruso-españolas", afirmó, al comentar declaraciones hechas por tres ministros españoles.
"Lamentamos profundamente que la ola de la campaña antirrusa desatada en particular por los medios de prensa occidentales ha sido en esta ocasión secundada por Madrid a nivel oficial en el contexto de la crisis catalana", comentó.
"Quisiéramos que nuestros colegas españoles comiencen a responder por sus palabras y presenten pruebas concretas, es totalmente incomprensible en base a qué el ministro español hizo estas declaraciones, la parte rusa ha expresado en reiteradas ocasiones oficialmente su firme y unívoca posición respecto al problema catalán", solicitó.
Zajárova cuestionó cómo Madrid no está al tanto de las declaraciones de Moscú y señaló que para ello "bastaría ver la declaración del Ministerio de Exteriores de Rusia del 11 de octubre, publicada en el sitio web de la Cancillería rusa".
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"¿Acaso el Ministerio de Exteriores de España no lo sabe, acaso no fue informado debidamente de esto por la Embajada española en Moscú?", preguntó.
La portavoz indicó que "el mensaje del sitio web del Ministerio de Exteriores de Rusia se traduce al español".
El 15 de noviembre, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también desmintió las declaraciones respecto a la injerencia rusa en el proceso catalán, señalando que no existen pruebas al respecto.
Además, estas informaciones apuntaron de manera insistente a la posible existencia de un ejército de troles rusos dedicados a difundir informaciones falsas en las redes sociales.
La postura del Kremlin respecto a la situación política en Cataluña es que se trata de un asunto interno de España que debe resolverse en el marco de la legislación y de la Constitución españolas.
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El embajador ruso en España, Yuri Korchagin, a su vez indicó el 11 de noviembre que las publicaciones de los medios españoles sobre la presunta "intromisión rusa" en la situación en Cataluña no solo son erróneas sino peligrosas pues despistan a la opinión pública y a las autoridades españolas y obstaculizan la resolución del problema catalán.
