"Básicamente, se trata de RT y Sputnik", indicó. El ejecutivo agregó que, de esta manera, los ingenieros de Google intentarán evitar que la información publicada por los medios rusos "llegue a un público amplio". Al mismo tiempo, destacó que la empresa no tiene previsto prohibir los sitios web, ya que "no es nuestra manera de funcionar".
"Estamos en alerta y buscando una solución para prevenir que sigan así", declaró. No obstante, al mismo tiempo agregó que está en contra de la censura.
Subrayó que el nuevo algoritmo de Google será capaz de detectar información "repetitiva, explotadora y falsa". Indicó que este mecanismo ayudará a hacer que los medios afectados sean menos relevantes en los resultados de búsqueda.
También escribió en su Twitter que "el señor Schmidt tiene que 'googlear' cómo hace tres semanas sus colegas de Google afirmaron que RT no había violado ninguna de las reglas de su plataforma. Además, tiene que 'googlear' la palabra 'censura'".
Por su parte, el jefe del Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación (Roscomnadzor, por sus siglas en ruso), Alexandr Zhárov, indicó que la organización enviará una solicitud oficial a Google para que explique sus planes de censura.
"Hoy expresaremos nuestra preocupación a Google, pediremos que nos explique qué significa literalmente el término 'valoración", dijo.
Más: "Medios rusos como RT o Sputnik mostraron la verdad al mundo"
Además, prometió que su ente defenderá los intereses nacionales frente a planes de Google.
"Evidentemente, defenderemos a nuestros medios, veremos lo discriminatoria que será esta medida cuando se implemente", expresó.
Zharov expresó la esperanza de que "nuestra opinión sea escuchada y no tengamos que recurrir a medidas más severas".
En octubre, la red social Twitter prohibió a las cuentas que pertenecen a RT y a la agencia de noticias Sputnik contratar publicidad y justificaron su decisión por la presunta injerencia de Rusia en la campaña electoral de las elecciones presidenciales de EEUU en 2016.