Los agentes de seguridad en Islamabad cargaron con gases lacrimógenos, porras, balas de goma y cañones de agua contra los manifestantes que arrojaron piedras y granadas en respuesta.
Entre los heridos hay una decena de oficiales de la policía, según el diario digital Dawn.com.
El 25 de noviembre por la noche, el Gobierno pakistaní autorizó el despliegue del Ejército para reinstaurar el orden en Islamabad.
Las protestas en la capital pakistaní estallaron hace varias semanas después de que las autoridades intentaran a principios de octubre enmendar la ley electoral excluyendo una disposición que obligaba a los candidatos a cargos públicos a reconocer que Mahoma es el último profeta del islam.
Aunque el Parlamento se retractó de la iniciativa, los sectores islamistas siguen demandando la dimisión de responsables de la "blasfemia".
A lo largo de los últimos días, las protestas se fueron extendiendo de Islamabad a otras ciudades como Lahore, Faisalabad y Karachi con al menos 35 heridos en esta última.