Kirguistán es un país miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y tiene una base militar rusa en su territorio. Sin embargo, en diciembre de 2016, el expresidente del país, Almazbek Atambáev, declaró que dicha base debía cerrarse cuando expire el acuerdo de cesión del territorio y añadió que el país debe contar con sus propias fuerzas armadas.
El director del Centro de Comunicaciones Euroasiático, Alexéi Pilkó, explica al medio ruso Gazeta.ru que Kirguistán necesita la base mucho más que Rusia. Según él, esta base proporciona a Biskek garantías en cuanto a su propia seguridad.
"Siria, por ejemplo, era un país mucho más potente que Kirguistán desde el punto de vista militar, sin embargo, los terroristas lograron asestarle un duro golpe", afirma el experto.
Los expertos militares opinan que el presidente kirguís recién investido mostrará interés por la permanencia de la base militar en el territorio de Kirguistán durante su próxima visita a Rusia. Esta será la primera visita oficial de Zheenbékov como presidente, lo que demuestra la importancia de Rusia en la política exterior del país centroasiático.
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