"El apoyo a los compatriotas y la protección de sus derechos e intereses legítimos figuran entre nuestras prioridades incondicionales recogidas en la doctrina exterior de Rusia, todos estamos interesados en la cohesión del mundo ruso y en elevar el prestigio de sus representantes en sus países de residencia", dijo.
El canciller valoró altamente la actividad de la Fundación de Apoyo a los Compatriotas y su aporte a la protección de los que hablan ruso y viven fuera de Rusia.
"Se deben redoblar los esfuerzos con el fin de fortalecer las posiciones de la lengua rusa, conservar el patrimonio cultural y la memoria histórica y oponerse a la discriminación en todas sus manifestaciones, incluso en la vida diaria", subrayó.
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La diáspora rusa es de unos 30 millones de personas, una de las mayores del mundo, su formación comenzó a finales del siglo XIX y principios del XX debido a los importantes cambios históricos en el país.
