Las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) negaron que un proyectil hubiera impactado en el lugar de las obras. Además, la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias aseguró que Baraka —el nombre de la planta nuclear— es "inmune" a los ataques ya que cuenta con la seguridad inherente a un "gigantesco proyecto nacional".
Los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, llevan varios años bombardeando el territorio de los países que integran la coalición árabe que interviene en Yemen con misiles balísticos. Según los especialistas que han visionado las imágenes del lanzamiento, el último ataque contra la planta nuclear pudo haberse realizado con un misil de crucero, informa Nezavisimaya Gazeta.
Ya para 2015, Irán presentó su Soumar, que se asemeja mucho al Kh-55.
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A diferencia de los misiles balísticos, los misiles de crucero son más compactos y pueden ser transportados a Yemen con discreción. El reciente lanzamiento contra el territorio de EAU es visto como un mensaje a los enemigos saudíes. Ante esta situación, la monarquía árabe se podría ver ante un difícil dilema: ceder ante las fuerzas proiraníes en la península y acceder a celebrar negociaciones de paz o prepararse para una escalada de los ataques con misiles con consecuencias impredecibles, concluye el artículo.