En la explanada de la Intendencia de Montevideo, una de las principales plazas de la ciudad, una enorme vidriera luce una gigantografía con trabajadores rusos de la época de la Revolución de 1917. A un siglo de aquel acontecimiento, es la manera en la que el Museo de Historia del Arte de Uruguay (MuHAr) invita a los transeúntes a acercarse a la muestra '100 años de Octubre Rojo'.
La exposición, organizada con el auspicio de la Embajada de Rusia en Uruguay, busca mostrar al público la repercusión de 1917 como un episodio que cambió el curso de la historia, "más allá de las valoraciones políticas" que se puedan hacer al respecto, dijo a Sputnik Gustavo Ferrari, director del MuHAr.
La idea surgió con motivo de una visita al Museo-Reserva de Historia, Arquitectura y Artes Aplicadas del Kremlin de la ciudad de Vólogda en 2016, donde se exhibía una retrospectiva con obras y objetos de la época soviética. Con miras al centenario de la Revolución, el MuHAr decidió incluir una muestra parecida dentro de su programación.
"[En '100 años de Octubre Rojo',] las repercusiones de esa gran Revolución lo vemos en las artes gráficas sobre todo pero también en las artesanías. La época dejó una impronta con sus variantes: los primeros años, con las vanguardias de los años anteriores a la Revolución; la transformación y el período de un arte más dirigista en lo que se llamó realismo socialista soviético", puntualizó Ferrari.
La intención inicial era traer piezas originales pero no se pudo por motivos administrativos. En Rusia se realizaron "reproducciones digitales de primera calidad" de afiches y fotografías. Esta base fue enriquecida por un metódico trabajo de la curadora, Elena Stroganova.
La historiadora y etnógrafa rusa se zambulló en colecciones personales, mercadillos y tiendas en internet para aportar una completa colección de objetos de 1917 en adelante. El resultado es un recorrido de los festejos de las jornadas de octubre desde 1918 hasta 1990, el último año que se celebraron.
"Mi padre nos prestó algunas piezas para mostrarle a la gente. Estoy orgullosa de verlas como ejemplo del arte. Estoy acostumbrada a ver postales dentro de un cajón de escritorio y las veo ahora como parte de la colección de un museo. Es una emoción distinta y totalmente interesante para mí", dijo Stroganova a Sputnik.
Ruecas de los años 20, pañuelos de los años revolucionarios, teteras y platos conmemorativos son apenas algunos de los objetos que mencionó Stroganova. La historiadora, que vive "en Uruguay y en Rusia", destacó la presencia de "porcelana de agitación" en la exposición.
Estas cerámicas con motivos revolucionarios se hacían en la Fábrica de Porcelana de Leningrado. Con motivo del centenario, la firma —actualmente denominada Porcelana Imperial— realizó una serie de tiraje limitado que se puede apreciar en Uruguay.
Stroganova explicó que en sus pesquisas para conseguir objetos en Facebook y sitios de Moscú, los rusos reaccionaron con perplejidad porque se estuviera festejando un hecho que significó "un golpe muy fuerte" para el país. Hoy en día, dijo, muchos todavía no saben "si es bueno o malo".
"Cuando una persona de Rusia escucha la frase 'A 100 años de revolución…' enseguida se piensa que festejamos como en la URSS. No. Nosotros encontramos un punto de vista afuera de lo político, sin una valoración ni opiniones de si está mal o bien. Como historiadores del arte mostramos las piezas", dijo Stroganova.
Las opiniones pueden variar, pero lo que se busca, dijo la curadora, es que ese momento dejó su huella independientemente de los juicios de valor. "En este caso es arte", concluyó.