"Llamo a todos los países que buscan la paz a sumarse a la decisión de Estados Unidos de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí sus embajadas", dijo.
Netanyahu aseveró que "no habrá cambios en el status quo de los lugares sagrados".
"Israel siempre garantizará la libertad de conciencia para los judíos, los cristianos y los musulmanes", prometió.
"Agradecemos profundamente al presidente su decisión valiente y justa de reconocer Jerusalén como la capital de Istrael y preparar el traslado de la Embajada de EEUU allí", dijo.
Calificó la decisión de Trump de "un paso importante hacia la paz".
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El primer ministro israelí prometió colaborar con el líder estadounidense y su equipo para lograr la paz con vecinos del país, incluidos los palestinos.
"Comparto la adherencia del presidente Trump a la promoción de paz entre Israel y todos nuestros vecinos, incluidos los palestinos", anunció.
Por su parte, las autoridades de Jerusalén decidieron expresar su agradecimiento al presidente estadounidense a través de las proyecciones de las banderas de EEUU e Israel en las paredes de los edificios.
"En agradecimiento por una firme amistad entre el pueblo estadounidense y el israelí decidimos proyectar las banderas de los dos países en las paredes de la Ciudad vieja de Jerusalén, símbolo de la fuerte relación de los hebreos con Jerusalén desde hace 3.000 años", dice comunicado del alcalde, Nir Barkat.
Según el documento, la iluminación aparecerá en una parte de la pared desde la Puerta de Jaffa hacia el Monte Sion, así como en tres calles centrales de la ciudad.
Israel considera que Jerusalén, incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos, es su capital "única e indivisible".
Jerusalén tiene un gran poder simbólico para las tres religiones monoteístas que la sitúan como su principal centro.
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Por el momento, todas las embajadas extranjeras se encuentran en la ciudad de Tel Aviv, para evitar tomar parte en la disputa entre los israelíes y los palestinos.
