La zorra orinó en el mar y dijo: 'Todo es mi orina'
(proverbio sumerio)
Toda la retórica electoral de Trump, con el 'Primero América', se desvanece en seguida al ser reemplazada por la de 'Primero Israel'. También, al reconocer Jerusalén como capital de Israel aclara el 'falso positivo' creado por la CIA y los medios de comunicación globalizados a su disposición de que el actual mandatario estadounidense era "producto de la Rusia de Putin".
Todo se hace en familia, pero lo único que no calcularon Netanyahu y los cabilderos proisraelíes estadounidenses, contagiados por la retórica de Trump, fue que declarar al inquilino de la Casa Blanca como 'verdadero judío' haría mucho daño tanto al judaísmo como al prestigio del presidente en su propio país.
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No es ningún secreto que la mayoría de los ciudadanos que votaron por Trump no esconden su rechazo al aplastante poder financiero de los judíos en EEUU. El semanario American Free Press, que ha estado denunciando siempre el rol del capital judío de Rothschild, Soros y Adelson en la política de Washington, se quedó perplejo por un tiempo y sin comentarios.
Si esto se llama ser un 'judío verdadero', líbranos Dios de sus representantes. Según American Free Press, la decisión de Trump respecto a Jerusalén hará un gran daño a EEUU y no va a ser ningún 'camino a la paz', como lo anunció Netanyahu. Será al revés, el traslado de la Embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén, la ciudad llamada por los musulmanes Al Quds, impulsará la 'Tercera Intifada' (rebelión), como ya lo declaró el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano, Sayed Hasan Nasrolá.
Seguro que Donald Trump ni sabe que la 'Primera Intifada' contra la ocupación de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este que duró seis años (1987-1993) puso en jaque la vida en Israel y costó la vida a más de 1,100 palestinos y a un centenar de soldados israelíes. Durante la 'Segunda Intifada' (2000-2008), cuyo pretexto fue la visita a la Explanada de las Mezquitas del entonces primer ministro de Israel, Ariel Sharon, se contabilizaron 6.500 bajas entre los palestinos y entre ellos 1.076 niños y más de 1.000 judíos perdieron la vida.
Sin embargo, los asesores principales de Trump designados a la vez por el presidente para resolver un posible conflicto en la región, su yerno Jared Kushner, Jason Greenblatt y el embajador de EEUU en Tel Aviv, David Friedman, le aseguraron que no pasará nada y que la reacción de la mayoría de los países musulmanes no iba a ir más allá de la controlada quema de banderas por algunos cientos de indignados. Arabia Saudí, Egipto y Jordania, por su parte, ya prometieron a Washington no crear una crisis energética como la de 1973, cuando los países árabes impusieron un embargo petrolero a EEUU por su apoyo militar a Israel.
✏️ Trump corta las alas a la paloma de la paz entre Palestina e Israel pic.twitter.com/V3NL2RPGW3
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 7 декабря 2017 г.
Así es el negocio para Donald Trump, y si Israel quiere tener ventajas geopolíticas, tiene que pagar también, puesto que 'Business is Business' y nada es gratis.
Parece que el hecho de atreverse en relación a Israel tomó por sorpresa al propio Trump y lo hizo envalentonarse aún más cuando el pasado 9 de diciembre hizo su célebre anuncio sobre el 'excepcionalismo' estadounidense. El mandatario de EEUU declaró: "Somos la nación que construyó el Canal de Panamá, ganamos dos guerras mundiales, mandamos al hombre a la luna y pusimos de rodillas al comunismo".
Lo del Canal de Panamá ya produjo muchas burlas en junio pasado cuando, durante el encuentro con su colega panameño Donald Trump, se atribuyó la construcción del canal diciendo: "Nos quedó bien construido el Canal de Panamá, hicimos un buen trabajo, ¿cierto?". A lo que Juan Carlos Varela contestó rápidamente: "Sí hace más de 100 años".
La Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939 y terminó en 1945. La Unión Soviética, Reino Unido y Estados Unidos firmaron un acuerdo sobre el Segundo Frente en Europa en 1942, pero los estadounidenses desembarcaron en Normandía el 6 de junio de 1944, cuando ya se intuía la pronta derrota del fascismo.
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La aseveración de Trump sobre la colocación de bandera de EEUU en la luna jamás ha sido probada científicamente y produce muchas dudas. Lo que se sabe es que los rusos fueron primeros en colocar los aparatos robóticos en la luna.
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¡Qué va a entender todo esto Donald Trump, enfrascado en su propia supervivencia y dispuesto a aliarse con el mismo diablo! Ahora está declarando que los norteamericanos destruyeron al Estado Islámico en Siria e Irak, anunciando pomposamente a los cuatro vientos que han "logrado la victoria en Siria y en Irak".

Nadie en realidad toma en serio estas bufonadas de Trump, ni siquiera los medios de comunicación estadounidenses, que dicen avergonzados que, mientras Donald Trump hacía declaraciones sobre la victoria en Siria, desde Washington, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, estaba presente en Siria.
El presidente de EEUU representa en realidad a esta mosca que a la vez tiene la capacidad de transformarse en tábano, cuyas picaduras son molestas y dolorosas.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK