Flightglobal, una página de información en línea sobre las industrias aeronáutica y aeroespacial, reporta que ambas corporaciones solicitaron al Departamento de Transporte de EEUU la asignación de frecuencias a las que otras firmas aéreas decidieron renunciar.
JetBlue, por su parte, reclama siete nuevas frecuencias a la semana para lanzar el servicio entre Tampa, sureste de EEUU, y La Habana, un recorrido que hasta ahora solo realiza Southwest Airlines.
A la par de esas peticiones, la firma radicada en Nueva York solicita un total de 28 frecuencias semanales a La Habana.
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Otro sitio de viajes, GET.com, subraya que JetBlue pretende asegurar un servicio seis veces a la semana desde Fort Lauderdale, sureste de EEUU, y otro sabatino desde Boston, noreste.
Tras las medidas ordenadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, en septiembre, octubre y noviembre pasados, varias aerolíneas como Alaska Airlines, Frontier Airlines y Spirit Airlines han cancelado sus vuelos a la mayor de las Antillas, mientras Delta renunció a algunas de sus frecuencias.
Sin embargo, esta última empresa anunció recientemente que desea siete frecuencias adicionales desde Miami hasta La Habana.
El pasado 2 de diciembre, a un año de iniciar vuelos hacia Cuba y con 93.000 pasajeros transportados entre la isla y Estados Unidos, Delta expresó satisfacción por lo logrado y anunció que evalúa introducir una segunda frecuencia en los viajes entre Miami y esta capital.
"Nos ha ido muy bien, estamos muy contentos", declaró a la prensa Rodrigo Bertola, director de la sección de Suramérica, Centroamérica y el Caribe de la empresa.
Con sede en Atlanta (sureste de EEUU), tras 50 años de suspensión de las operaciones hacia Cuba por las leyes de lo que Washington denomina embargo y La Habana bloqueo, Delta se convirtió el 1 de diciembre de 2016 en la primera línea aérea que reinauguró una ruta comercial directa hacia la mayor de las Antillas.
Asimismo, además de la oficina de ventas abierta inicialmente en el céntrico sector habanero de La Rampa, en la segunda mitad de 2017 estableció otra en la zona de Miramar, al oeste de la ciudad, a la cual se sumó un tercer punto en el Aeropuerto Internacional José Martí.
Respecto al impacto de las nuevas regulaciones de la administración Trump para reforzar el bloqueo contra Cuba, que hacen más difícil los viajes de estadounidenses a la isla, Bertola opinó que todavía son "muy recientes" y Delta "las estudia para su cumplimiento".
A su vez recordó que cuando empezaron hace un año "también había limitaciones, las 12 categorías de viajes, ahora solo tenemos nuevas reglas", e insistió en que corresponde a la empresa ver cómo se maximizan "las oportunidades en las nuevas condiciones para que funcione el negocio".
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El directivo informó que el nivel de ocupación de los vuelos se mantiene en torno a 70%, cifra que calificó de "positiva" para un destino nuevo y al mismo tiempo sujeto a limitaciones.
Retroceso
A principios de noviembre, la directora general de Estados Unidos en la cancillería cubana, Josefina Vidal, advirtió en rueda de prensa que las nuevas medidas de ese país para restringir el comercio y limitar los viajes hacia la isla recrudecen el bloqueo y reafirman un retroceso en los nexos bilaterales.
Asimismo, las Regulaciones del Buró de Industria y Seguridad (BIS, por sus siglas en inglés) del Departamento del Comercio establecen límites sobre la política de licencias de exportaciones y reexportaciones hacia la isla caribeña.
En relación con la OFAC, la directora describió que prohíbe transacciones financieras directas con las entidades cubanas listadas por el Departamento de Estado.
La OFAC, asimismo, impone condiciones a los viajes educacionales, los cuales en adelante también deberán tener el auspicio de una institución estadounidense autorizada, además de contar con el acompañamiento de un representante de estas entidades.
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Sin embargo, Vidal subrayó que también serán perjudicados los empresarios de Estados Unidos, quienes perderán interesantes oportunidades de negocios existentes hoy en Cuba, frente a su competencia.
En este contexto, la baja provocada en el número de viajeros debido a las nuevas restricciones provocó que las compañías estadounidenses Alaska Airlines y Silver Airways retiraran sus rutas hacia Cuba, según informaron a la prensa.
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