Un argentino es protagonista en la escena política de Cataluña

Maneja perfectamente el catalán, además del castellano, su lengua materna. Cuando se expresa en este último idioma, un acento deja entrever un origen sudamericano. Es que Fachin nació en Bahía Blanca, una de las ciudades portuarias más importantes de Argentina, de donde salen la producción del ‘granero del mundo'.

​"Llegué de Argentina con 15 años. La primera semana de escuela no entendía nada. Ahora tengo dos lenguas que amo", expresaba Fachin en Twitter en 2013 en relación a una polémica por una familia originaria de su mismo país que reclamó que una escuela utilizase el castellano como lengua vehicular.

Cuatro años después, Fachin se volvería secretario general de Podem, la sección catalana de Podemos, y adquiría un protagonismo en la primera plana de los medios españoles. Sin embargo, en las vísperas de las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, convocadas por el Gobierno central tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir las instituciones regionales, el hispanoargentino renunció el 6 de noviembre a ese cargo por sus divergencias en cuanto a los movimientos independentistas.

Nacido en 1976, Fachin vivió en Argentina hasta 1992, año en el que su familia se mudó a Blanes, una localidad de la Costa Brava en el límite de las provincias de Barcelona y Gerona. Tras cursar la secundaria en catalán, se inscribió en la licenciatura en Filología Inglesa de la Universidad de Barcelona, aunque no llegó a terminar sus estudios.

El argentino, que ya se había destacado como activista por la sanidad pública en Cataluña, comenzó su militancia política con la marea de indignados del 15-M, un movimiento que dio lugar a los referentes políticos que luego formarían parte de Podemos. Además, ejerció el periodismo en Café amb llet, un periódico regional de la provincia de Gerona.

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Fachin renunció a la secretaría general de Podem por los desacuerdos con la dirección nacional del partido morado. En una conferencia de prensa, llegó a afirmar que Pablo Iglesias intervenía la sección local de la fuerza política de la misma manera que el Gobierno de Mariano Rajoy lo hacía con las instituciones catalanas a partir de la aplicación del artículo 155.

Y a pesar de declarar no ser independentista y apoyar un modelo plurinacional para España, anunció su apoyo electoral al soberanismo catalán, por considerarlo "el mayor zasca" (golpe en la cara) que se le puede dar a Gobierno estatal.

Su objetivo, dijo en un vídeo dirigido a los indecisos, es "dejar atrás a la España corrupta del Partido Popular", la formación política al mando del país. A partir de las imágenes de represión durante el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, considerado ilegal por las autoridades españolas, quedó claro para el político que "cualquiera que le plante cara a Rajoy, al bipartidismo corrupto y a la monarquía implantada por Franco lo apalean". Por eso, para Fachin, un voto no dado al independentismo "es un voto a Rajoy".

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"Ante este panorama es imprescindible dar una respuesta contundente y derrotar al Rajoy que apalea a quien lo desafía. La respuesta más digna a los golpes del 1 de octubre es que gane el independentismo. En este momento se trata de ser demócrata, no independentista", consideró Fachin en su vídeo.

Esta posición está lejana de lo que sostiene Podemos, que si bien considera la unidad de España en un modelo plurinacional como un escenario deseable, apoya el derecho a la autodeterminación de los catalanes bajo garantías.

​Más allá de su fuerte compromiso con la realidad catalana, Fachin no deja de lado su origen argentino. Desde su cuenta en Twitter, en repetidas ocasiones ha compartido publicaciones en relación a lo que sucedía en su tierra de nacimiento. Por ejemplo, la muerte de Santiago Maldonado, la polémica por un fallo de la Corte Suprema que redujo la pena de condenados por delitos de lesa humanidad o la pobreza en las villas miseria.

​En otra ocasión, comparó las políticas de ajuste impulsadas por Rajoy con las medidas adpotadas por el Gobierno de Fernando de la Rúa en Argentina, que culminaron con el llamado 'argentinazo' y su renuncia debido a la fuerte disconformidad social. En ese entonces, auguró para el presidente del Gobierno español el mismo destino.