"El Gobierno, hasta hace una semana, parecía casi en coma, [y] ahora ha resucitado, pero todavía está convaleciente, me parece que aún está en una situación de convalecencia y necesita ver con quién construye algún tipo de acuerdo en términos de recomponer el gabinete", afirmó Sulmont, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú.
La moción de "vacancia presidencial", prevista en la Constitución, fracasó en el Congreso el jueves al obtener 79 votos a favor, 19 en contra y 21 abstenciones, cuando se debían alcanzar 87 voluntades, equivalentes a dos tercios del Congreso, para destituir al jefe de Estado.
A Kuczynski "le falta mucho para afianzar su posición y fortalecerse, creo que va a tener que decidir hacia dónde construye alianzas que le permitan una gobernabilidad en los próximos años", agregó Sulmont.
Los partidos de oposición respaldaron la moción afirmando que el jefe de Estado presenta "incapacidad moral" para seguir gobernando luego de que representantes de la constructora brasileña Odebrecht declararan en el Congreso peruano haber tenido en el pasado vínculos con una empresa fundada en el pasado por el hoy mandatario.
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La constructora, acusada en varios países de América Latina de sobornar a políticos para la adjudicación de obras públicas, le habría pagado asesorías a la empresa Westfield Capital, creada por Kuczynski en 2002.
Falta de quorum
Si bien el inicio del proceso para separar del cargo al mandatario fue aprobado el jueves por el pleno con el voto de 93 congresistas, más tarde en la votación definitiva no se lograron los 87 votos necesarios para aprobar la remoción.
"Congresistas de Alianza por el Progreso, Nuevo Perú, Acción Popular, que son parte del bloque opositor, pero contrario al fujimorismo, sostenían que tenía que discutirse el tema porque las acusaciones eran graves, y eso puede explicar por qué varios congresistas votaron por admitir la vacancia", pero luego no respaldaron la remoción, opinó el analista.
El politólogo consideró que no se reunieron los votos para la destitución "porque en el transcurso de una semana el presidente aportó información que relativiza la idea de que detrás de esto hay un tema de corrupción, [y] es información que debe ser mejor evaluada para "vacar" [destituir] a un presidente".
Esos legisladores no necesariamente están respaldando al mandatario, sino que "son conscientes de que una "vacancia presidencial" sería darle una victoria al fujimorismo, que podría concentrar más poder en la eventualidad que el presidente del Congreso asuma" el Ejecutivo, agregó.
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El artículo 115 de la Constitución indica que el titular del Congreso puede asumir la Presidencia en caso de "vacancia presidencial" si ninguno de los dos vicepresidentes pueden hacerlo.
También ha habido "en distintos sectores de la opinión pública, y eso debe haber influido en varios congresistas, la percepción de que la figura de la "vacancia" por "incapacidad moral" es un recurso extremo en un régimen presidencialista", afirmó el politólogo.
Sulmont sostuvo que "hay varios congresistas del bloque fujimorista que se abstuvieron impulsados por Kenji Fujimori, que muestra divisiones en el interior del partido en torno a la hegemonía que pueda tener Keiko en la organización".
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Para el analista, entre los fujimoristas que se han abstenido también podría haber expectativas de que el resultado favorable a Kuczynski abra la posibilidad de que se discuta un indulto a Alberto Fujimori, de 79 años y quien cumple una pena de 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos y delitos de corrupción cometidos durante su mandato.
El hecho de que un posible perdón a Fujimori se manipule políticamente puede tener "un costo alto" para el presidente porque "hay grupos de izquierda que lo han salvado, pero no están dispuestos a aceptar un indulto", añadió.
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Kuczynski asumió el 28 de julio de 2016 y en poco más de un año de Gobierno ya ha tenido que afrontar la destitución de dos ministros por parte del Congreso, así como la disolución del gabinete, también por decisión del parlamento.
