La Unión Europea se ha convertido en 'El Club de la pelea'. El resquebrajado bloque ha escenificado un cierre de año donde los picotazos de los gallitos pequeños estremecieron y dejaron temblando a los gallos con más cresta del corral. Los han acorralado. Así quedó demostrado en la última cumbre del año del bloque que tuvo lugar en Bruselas los días 14 y 15 de diciembre, en la que también participó el Reino Unido.
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Ante el incendio que se preveía incontrolable, el mismo jueves 14 de diciembre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, firmó una editorial publicada por el diario El País de España, que desde el título fue un brindis al sol, y a la vez un diagnóstico: "Arreglemos el tejado de Europa mientras brilla el sol".
"El pasado mes de marzo, la Unión Europea celebró su sexagésimo aniversario en Roma. Con dicho motivo, pudimos reunirnos y rememorar lo que hemos conseguido gracias a nuestra Unión, pero también nos permitió mirar hacia el futuro y reflexionar sobre la forma en que Europa puede seguir cumpliendo sus promesas para las generaciones venideras. Esta es la lógica que subyace en el Libro Blanco de la Comisión Europea sobre el futuro de Europa así como en el debate que ha suscitado".
Así dice un fragmento del texto que se parece mucho a un tratado de ciencia ficción. Y la clave está donde dice "es la lógica que subyace en el Libro Blanco de la Comisión Europea", porque el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, desató una guerra intestina y directa contra el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker.
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De paso, el combate mortal es contra todo el establishment del bloque, — con Berlín a la cabeza —, sus buenas costumbres y principios de solidaridad, atacando la cuota de refugiados y tomando posición de parte del grupo de Visegrado, integrado por República Checa, Hungría, Eslovaquia y… Polonia.
Unas palabras que en el menor de los casos levantó la indignación de las autoridades europeas, cuando no la furia, como en el caso del comisario Dimitris Avramopoulos.
"El documento de Tusk es inaceptable, es antieuropeo y niega e ignora todo el trabajo que hemos hecho los últimos años de forma conjunta. El papel de Tusk es defender la unidad europea y los principios europeos. Este documento que ha enviado lo que hace es socavar uno de los pilares principales, el principio de solidaridad. Europa, sin solidaridad, no puede existir".
Al respecto, el economista José Luis Carretero Miramar, miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión, opina que esto demuestra que "todo lo que son las líneas fundamentales para el futuro de la Unión", está quebrado.
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