"El crecimiento del 0,8% se debe fundamentalmente gracias al fortalecimiento de los mercados de exportación", señala el organismo.
"Esta ralentización se debería, en particular, al peor comportamiento de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda, entre otros, en esta comunidad autónoma", añaden.
Desde el punto de vista de los componentes de demanda, "el impacto negativo de la incertidumbre política se habría manifestado sobre todo en el gasto privado interno y en las exportaciones turísticas".
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A medio plazo, el Banco de España espera una continuación de la fase expansiva de la economía española, aunque se prevé que el crecimiento del PIB pierda cierta intensidad en los próximos años.